En Costa Rica, a partir de 1822, se manifiesta la inquietud de las diferentes instituciones por custodiar sus propios documentos. Por ejemplo, la Junta Gubernativa atendió la solicitud de las principales poblaciones del país para que les fueran entregados los archivos de papeles que les pertenecían. Una vez reunidos los documentos surgió la preocupación porque existiera una persona que se hiciera cargo de ello. De 1825 en adelante surgen leyes sobre la organización y el funcionamiento del Archivo Nacional:
El 04 de febrero de 1975 se crea el Reglamento de la Ley de Creación de la Junta Administrativa del Archivo Nacional.